Superar el miedo a hablar en público

cómo superar el miedo a hablar en público de tu negocio

cómo superar el miedo a hablar en público de tu negocioCómo superar el miedo a hablar en público es la pregunta que cada día nos hacemos las miles de personas que hemos decidido emprender un negocio.

No es fácil, sobre todo porque nadie nos enseña a hablar. Sí, desde pequeños aprendemos el lenguaje como herramienta de comunicación, pero hablar es otra cosa.

Hablar es un verbo intransitivo que tiene dos significados:

  • Hablar es «articular sonidos y palabras para expresarse o comunicarse».
  • Y hablar también es «mantener una conversación (una persona) con otra u otras acerca de un asunto». Y en esa segunda definición es donde tenemos el problema.

Todos sabemos articular sonidos. Incluso todos sabemos mantener una conversación. Es fácil conversar sobre temas triviales o temas que dominamos. Pero lo complicado es mantener una conversación con otro sobre nosotros mismos, bien sea personal o laboral.

Ahí es donde está el problema de comunicación de nuestra sociedad y de ahí parte el miedo a hablar en público. Tenemos miedo a hablar en público porque no sabemos hablar en privado.

[Tweet «La única manera de perder el #miedo a #hablarenpúblico es aprender a hablar de ti en privado»]

En este artículo te voy a explicar cómo perder ese miedo y los beneficios que hablar tiene para ti y para tu negocio.

Pero antes tienes que saber:

  • Tu negocio es parte de ti, tienes que educarlo y hacerlo tuyo. Como haces con los hijos. Y sólo será rentable y efectivo cuando ese negocio sea capaz de hablar de ti.
  • Hablar en público no es fácil. En esta época digital en la que parece que todos podemos hacer de todo nos lanzamos a grabar un vídeo, a hablar de nosotros, a exponernos en las redes sociales sin preparación ninguna. Y el resultado es malo, muy malo.
  • Sólo serás capaz de perder el miedo y hablar bien en público cuando aprendas a comunicarte en tu vida diaria. No hay otro camino.

Habla. Somos un ser social

Desde pequeña me educaron para hablar. Para contar lo que sentía, para compartir experiencias, emociones, miedos, recelos, alegrías y penas.

Recuerdo en mi adolescencia la voz de mis padres retumbando en la cabeza: «Hay que contarlo, no te lo quedes dentro». Sonaba como un martillo, pesadísimo, porque yo no tenía ganas de contar nada.

A veces hablaba y otras no. La mayoría, no. Pero cuando hablaba, aunque fuera poco, me sentía mejor.

Hablar quita miedos. Y no me refiero a una terapia profesional. Hablar con tu padre, con tu madre, con tu hija, tu hijo, un amigo… a veces también con alguien a quien no conoces mucho.

Hablar no es tanto contar qué nos ha sucedido (bueno o malo) sino verbalizar cómo nos sentimos.

Esto mismo sucede con tu negocio: tienes que contarlo desde el cómo te sientes cuando lo desarrollas.

El qué (lo que haces) interesa menos. Piensa que hay muchos haciendo lo mismo que tú, pero la manera en la que tú lo llevas a cabo es única. Y eso es lo que debes transmitir. Perder el miedo a hablar de ti.

¿Quién soy? ¿Cómo hablo de mí?

cómo superar el miedo a hablar en público de tu negocio

Esta es la parte más complicada a la hora de perder el miedo a hablar en público sobre tu negocio. La más difícil.

Tienes que saber quién eres de verdad, no inventarte un personaje y vender algo que no existe.

Si ya es difícil hablar de uno mismo, será imposible hablar de alguien que nos hemos inventado. No tendrás credibilidad ninguna, el público lo detecta.

Para hablar de uno mismo hay que conocerse. Saber si eres más o menos emocional, racional, sensible, práctico… Saber lo que la gente admira de ti y lo que no les gusta. Y que seas honesto contigo.

Y ¿cómo consigo saber quién soy? Preguntando a la gente que te conoce.

Se trata de hacer un pequeño DAFO de ti mismo en versión casera. Y es muy efectivo. ¿Verdad que nunca te has parado a preguntar a las personas de tu círculo lo que opinan de ti? Hazlo, te vas a sorprender.

Ese DAFO te va a dar las claves para perder el miedo a hablar de ti y a hablar en público de tu negocio.

Un ejemplo:

Soy periodista y a priori, por mi profesión, lo de hablar en público lo tenía que tener muy superado, ¿no crees? Pues fue todo lo contrario. Al principio me fue muy, muy mal.

Así que, hice mi DAFO:

  • Soy impaciente, vehemente, nerviosa, lo quiero todo ya.
  • Por eso hablaba muy deprisa, quería resultados inmediatos,  abarcar muchas cosas.
  • Aturdía a las personas que estaban conmigo porque pretendía imponer mi ritmo.
  • Pero también me dijeron que sabía escuchar.
  • Que era empática.
  • Y que tenía habilidades para enseñar, aunque nunca me lo hubiera imaginado.

Tuvieron que pasar casi 44 años para que yo supiera de verdad quién era. Pero fue muy efectivo porque perdí el miedo al saber lo que hacía bien y mal.

Así fue cómo empecé a enseñar a otras personas a hablar en público.

 

Tengo miedo a hablar en público

Claro, como yo.

Es que aún me tiemblan las piernas cuando lo tengo que hacer. Y menos mal que tengo miedo, eso confirma que soy un ser humano y no un robot.

¿Quieres saber cómo perdí el miedo a hablar en público de mi negocio?

  • Aquí lo puedes ver. Marketeros de Hoy me pidió que lo contara en un post porque el noventa por ciento de los emprendedores de hoy necesitan hacerlo.
  • Y hace casi dos años ya que Elena Arnaiz incluyó mi testimonio en su post sobre cómo hablar en público.

Releyendo aquel post me doy cuenta de lo poco que ha cambiado mi estrategia en estos dos años: ahí contaba que cada vez que hablo en público soy consciente de que me voy a equivocar. Y que cuando me equivoco, lo digo. Precisamente los mismos consejos que te doy en el post de Marketeros de Hoy.

Y ¿cómo pierdo el miedo? Cuatro pasos.

1.- Conocerme yo y CONOCER a mi público

Si sabes quién eres y lo que sólo tú puedes ofrecer vas a detectar en seguida quién es tu audiencia. Ese público que te está esperando a ti y no a todos los demás que hacen lo mismo que tú.

2.- Discurso sencillo y no de memoria

¿Sabes que lo único que tiene éxito cuando se recita es la poesía?

Si pretendes aprenderte el discurso de memoria, estás perdido. El público huye de los prototipos y de las programaciones enlatadas.

3.- Respirar

Aquí sí quiero que te pares a pensar.

Hablar en público es hablar con el público. Y si hablas con alguien sin respirar, aturdes al interlocutor.

Prueba a hacerlo. Cuenta a un amigo lo que has hecho esta mañana durante diez minutos sin respirar. No tengo una bola de cristal pero pasarán dos cosas:

  • Tu amigo desconectará al minuto de ti
  • Tú acabarás agotado y triste, con la sensación de que no interesa lo que has contado.
4.- Sí, te vas a equivocar

Tienes miedo por si te equivocas y esto te hace temblar, te sudan las manos y el corazón te va a mil.

¿Y si te entrenas en lo opuesto? Voy a hablar en público y como me voy a equivocar, voy a buscar recursos para salir del paso.

Todos los oradores, los presentadores, los profesores, los actores… cualquier profesional que se gana la vida hablando se equivoca… ¿cómo no vas a hacerlo tú?

Y yo… ¿puedo hablar en público?

La respuesta es sí. Claro que puedes hablar en público y perder el miedo. Como hemos hecho los demás.

Pero el mejor consejo que te voy a dar es que primero aprendas a hablar en privado. Que pierdas el miedo a expresarte.

¿Recuerdas? Un negocio es como un hijo. Y los hijos duplican el modelo que ven en los padres.

¿Te gustaría tener un hijo que no hablara de sus problemas?

Si tú hablas, tus hijos aprenderán a hablar. Y cuando tú hablas en tu círculo privado, estás aprendiendo a hablar y es así como te dispararás en el entorno público.

Y sucederá entonces que, como tu negocio es tu hijo, aprenderás a hablar de él y tu negocio también hablará por ti. Te lo aseguro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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